Una Mordida Más

El pastel esta en la mesa, se ve bien, se ve delicioso, es de chocolate, pase mi dedo sobre los costados y relamí mi dedo, el sabor subió por mis papilas, y fue un sabor entre amargo y dulce, lo note, era un chocolate negro y amargo de una buena calidad, así que decidí tomar un plato que estaba casualmente cerca del paste y cortando una rodaja, comí plácidamente el pastel que se deshacía en mi boca liberando su sabor, de repente fue la segunda, luego la tercera, y luego de ello las lagrimas rodaron por mis mejillas y no se detenían, me lleve las manos a la cara y trate de limpiarlas pero no se detuvieron, me detuve a pensar porque estaba llorando y mire el pastel de reojo y lo recordé, recordé que el pastel era para olvidarme de algo, era para no recordar más una cosa que me molestaba y de repente como si fuera un golpe en la cara, todo vino de nuevo a mi, todas esas imágenes y no pude contenerme y solloce profundamente, luego tome el cuchillo y tome la cuarta, la quinta y la sexta rebanada hasta que al final solo quedaba un trozo en la mesa que decidí congelar en el tiempo para tener presente lo que una vez quise olvidar y termine ahogando en chocolate.

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